viernes, 30 de noviembre de 2012

Capítulo 9.

''Llegó el día'', pensé al levantarme. Había pasado un mes desde el abandono de nuestro padre, y hacía una semana, el banco nos había enviado una carta diciéndonos que hoy nos quitarían la casa si no habíamos pasado antes de la fecha indicada.
Bajé a desayunar. Me encontré con mi madre en la cocina. Por sus ojos, supe que había estado llorando, como todas las noches.
-Hola -saludé.
Inclinó la cabeza a modo de respuesta.
-Mamá -dije. No contestó-. ¡Mamá!
Se volvió hacia mí.
-¿Qué vamos a hacer?
-¿Qué quieres que hagamos, Annabeth? Nos van a quitar la casa. No podemos ir con tus tíos, porque ya no somos familia; no podemos ir con mis padres porque... porque están muertos.
 La miré a los ojos. Al segundo me arrepentí de haberlo hecho: seguían siendo escalofriantes. Bajé la mirada.
-Entonces, ¿qué? ¿Nos quedaremos en la calle? ¿Nos vas a dejar en manos de la Seguridad Social?
-No, Anna. Quiero estar con vosotras, pase lo que pase.


A lo largo del mes habíamos ido vendiendo nuestras pertenencias para poder comer y asearnos. Ginny y yo no habíamos vuelto al colegio.
 Recogimos las pocas cosas que nos quedaban en bolsas, y esperamos.


-Nueva vida -dijo Ginny. Acababa de oscurecer, y empezaba a hacer frío. Llevábamos unas horas en la calle, buscando un luegar cómodo donde parar la noche. Mañana buscaríamos un sitio donde permanecer durante el tiempo que hiciera falta.
 Me hice un almohada improvisada con una chaqueta, y me dormí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios.