Capítulo 4. (Primera parte)

En los próximos días, me sorprendí pensando en Jack demasiadas veces, más de las que me gustaría.
 A diario, mi padre salía y entraba de casa sin avisar a dónde iba.
 Notaba a mi madre cada vez más cansada. Me tenía preocupada. Parecía siempre derrotada, y a veces desesperada. Me preguntaba por qué.

Las vacaciones de Navidad tocaban a su fin, y pronto vería de nuevo a mis compañeros de clase. 'Horror', pensaba cuando lo recordaba. A quienes echaba de menos era a mis amigos.
 El día de antes de comenzar el curso, fui al centro comercial a ver un nueva librería.
 Miré por las estanterías hasta dar con un libro interesante. Compré ese y otro más y salí. Fui hacia la tienda que había al lado y entré. Eché en vistazo: ropa. Mala elección. Entonces, le ví. Jack. Admito que pensaba contínuamente en él. Me dí la vuelta, esperando que no me viera. Demasiada vergüenza me daba. Pero gritó mi nombre.
 Maldije por lo bajo. Me giré con una falsa sonrisa y le saludé con la mano.
-¿Te ibas? -dijo, frunciendo el ceño-. ¿Sin saludarme?
-No te había visto -mentí, ruborizada-. Y sí, ya me iba.
 Le sonreí y me fui. Tal y como la última vez.