Capítulo 5. (Tercera parte)

El autobús escolar pasaba por la esquina de mi calle a las ocho menos veinticinco, así que andaba sin prisa.
Llegué y esperé sentada en la acera hasta que llegó el autobús. Me subí rápidamente, sonreí a Fred, el conductor, y me dirigí a un asiento libro al lado de la ventanilla. Puse mi mochila en el asiento de al lado para que la gente que pasara pensase que estaba ocupado.


Aún no habían abierto la puerta principal cuando el autobús llegó a mi colegio.
 Diferentes grupos de niños y adolescentes se mezclaban en la plaza, cada uno con sus amigos. Eché un vistazo a los alumnos, buscando a mis amigos.
 Cuando los divisé, fui caminando hacia ellos. Lucy me vio. Una enorme sonrisa se formó en su cara, y vino corriendo hacia mí, gritando algo que no entendí.
-¡Eh! ¡Eh! Tranquila -dije, sonriendo.
-¡Por fin has venido! Te estábamos esperando.
 Fuimos juntas hacia donde estaban las demás. Abrieron la puerta, entramos y comenzaron las clases.