Capítulo 2. (Primera parte)

A la una y media aparecieron mis tíos con mi prima menor. Mi tía, con su cabello rubio pálido recogido en un moño, vestía un vestido negro que llegaba hasta las rodillas. Mi tío llevaba puesto un traje gris con unos zapatos negros. Mi prima llevaba su cabello negro recogido en una trenza. Unos pantalones plateados enfundaban sus estilizadas piernas. Llevaba una camiseta gris de manga larga con un cinturón negro.
-Hola -saludé.
-Hola, Annabeth -dijo mi tío-. Feliz Navidad.
 Mi prima me dedicó una sonrisa, y mi tía me besó en la mejilla.
 -¡Hola a todos! -dijo ella, dirigiéndose a mi familia. Ellos sonrieron.
-¿Comemos? -preguntó mi madre.
-Claro.
 Ya habíamos preparado la mesa, y mi madre había hecho la comida.
 Tardamos dos minutos en servirla, nos sentamos y comenzamos a comer.
 Como primer plato mi madre había preparado salmón ahumado y langostinos. Como segundo había pavo asado con puré de patatas. 
 Cuando terminamos, mi madre trajo de la cocina el postre: sopa de almendras. Sonreí.
 -¿Qué te han regalado, Courtey? -le pregunté a mi prima.
-No muchas cosas, la verdad. Dos camisetas, un libro y un CD. ¿Y a ti?
-Tampoco demasiado: cuatro libros, dos CDs y seis DVDs.
-¡Vaya! Eso está genial -dijo. Sonreí.
 Mi tía se aclaró la garganta, llamando nuestra atención y cortando todas las conversaciones.
-Beatrice -dijo, llamando a mi madre-, nos vamos.
 Fruncí el ceño. ¿Se iban?
-Nos mudamos a Boston. Mañana.