Vale, eso era lo último que esperaba.
¿Cómo que se iban? ¿Por qué? ¿Desde cuándo lo tenían planeado?
Me enfurecí. ¿Por qué habían esperado hasta ahora para contárnoslo?
-Anna, Ginny, quitad esas caras -dijo mi prima. ¿De qué iba?
Cogí la servilleta que tenía en el regazo y me limpié la boca. Sin hablar, me levanté y me fui.
Entré en mi cuarto de baño y apoyé ambas manos sobre la pila. Respiré hondo cuatro veces y cerré los ojos, obligándome a no llorar.
Se iban para no volver. Se iban para siempre.
''No pasa nada'', me repetía una y otra vez, ''no pasa nada, sólo se mudan. No es el fin del mundo''.
Abrí los ojos. Las lágrimas se habían esfumado ya. Sonreí y bajé.
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