domingo, 11 de noviembre de 2012

Capítulo 3. (Primera parte)

El resto de las vacaciones las pasé haciendo lo que siempre hago cuando un libro me engancha. No salí. Sólo dejaba de leer cuando dormía, comía o me duchaba.
 Hasta año nuevo.
 Me levanté esa mañana porque mi madre estaba limpiando el cuarto de baño de mi hermana.
-Hola, mamá.
-Buenos días, hija -me dijo, sin mirarme. Estaba demasiado ocupada limpiando el retrete.
 Fui a las escaleras para bajar a la cocina y desayunar, pero oí que mi madre grutaba mi nombre. Me acerqué a ella.
-Escucha, hija. Esto tiene que acabar. No puedes pasarte el día sin salir de tu habitación, sin hacer nada más que leer, y...
-Claro que puedo -la interrumpí.
-No, no puedes. Así que, te guste o no, esta noche vamos a salir los cuatro a cenar, para celebrar Nochevieja. 
 La fulminé con la mirada.
-Está bien -dije, y bajé.

 Por la tarde, comencé a prepararme para la cena.
 Pensé en ponerme lo mismo que en Navidad, pero lo descarté. Escogí al final un vestido negro de manga larga que me llegaba hasta las rodillas. No tenía mucho escote, así que mi padre no tendría ningún problema. Cogí unos zapatos negros con poco tacón. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios.